Los primeros pobladores observaban el universo, buscaban la manera de conocer lo que había más allá del cielo. En Mesoamérica , en la época prehispánica, observaron las estrellas, el Sol y la Luna a través de observatorios.
Las estudios que hicieron desde esas torres fueron de gran utilidad para la elaboración de calendarios solares. Los calendarios prehispánicos fueron tan detallados que son de los más precisos del mundo.
Diferentes culturas lograron hacer predicciones de eventos muchos años antes que sucedieran. Los resultados de sus observaciones se ven reflejados también en la orientación que dieron a sus pirámides y sitios sagrados.
¿Cómo observaron el cielo en la época prehispánica?
En Xochicalco (del náhuatl que significa “lugar de la casa de las flores”), Morelos hay un observatorio prehispánico en el que se estudiaron los movimientos del Sol.
En Monte Albán, en el estado de Oaxaca, se edificó un observatorio que ayudó a calcular los ciclos de la agricultura.
En la zona arqueológica de Mayapán, en el estado de Yucatán, los mayas edificaron un observatorio similar al de Chichen Itzá.
Se cree que la zona arqueológica de La Quemada o Chicomóztoc, entre los estados de Zacatecas y Jalisco, fue fundado por los mexicas y se utilizó para estudiar los astros.
Cada 13 de agosto el Sol se oculta exactamente frente a la Pirámide del Sol en Teotihuacán, Estado de México. Y cada 19 de febrero lo hace detrás de ella.
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